El pasado 14 de Junio, A Voz Limpia y Revarena Ediciones, lanzaron su más reciente publicación: Foliaje 1, que reúne el trabajo de 12 escritores, tanto de poesía como de cuento corto, radicados en Australia y México. Todos los textos están publicados en inglés y español, luego de haber sido traducidos por un grupo de estudiantes de Traducción de RMIT.
Adquiérelo/Buy a CopyEl libro reúne textos de Abraham Dunovits, Gracia Baldovino, Abel Galante, Tresa LeClerc, Sharon Mo, Daniel Sacchero y Devika Pandit (Australia), y Uriel Hernandez Gonzaga, Adrian Ortega Iturriaga, Alfredo Lozano, Iliana Muñoz y Rafael Volta (México).
He aquí un fragmento del prólogo de Alejandro Del Castillo:
«Foliaje 1. Antología bilingüe de poesía y cuento corto, lleva por tema la “distancia”. Esta palabra (esta experiencia), presente en el ser humano a través del tiempo, ha sido explorada de diversas formas en la literatura. En su poema “Trovador”, Michael Dransfield da voz a un viajero que, mientras recorre su camino, canta “una canción para calentar estos labios/blanqueados por el frío”. ¿No es esta la tibieza que nos brinda un texto literario, aunque nos llegue de algún lugar lejano, o provenga de un idioma extranjero?
La lengua, necesaria para comunicarnos, es una malla invisible de significados. Hablar otro idioma es acceder a un tejido diferente, de una arquitectura apenas comparable. Este acceso posibilita experimentar el mundo bajo un nuevo entendimiento, encarnarlo de otro modo. Sólo así es posible reescribirlo; es decir, traducirlo. Traducir un texto no es mudarlo de idioma, sino comprender su articulación dentro de la red donde emergió para después edificar su equivalente en otra. En su ensayo “Traducción: Literatura y Literalidad”, Octavio Paz señala que en el proceso de traducción se revela un tramado anterior a la palabra, donde el significado se desviste (se quita su envoltorio fonético y gráfico) para hermanarse con su semejante en otra lengua. En otras palabras (valga la coincidencia), detrás de la pluralidad de códigos, existen similares (o idénticas) motivaciones. La esencia humana detrás de todos los idiomas, es una. En vez de una lengua universal, existe una sociedad universal conformada por diversas lenguas. Al mismo tiempo —advierte el nobel—, es inagotable la variedad de pasiones que nos llevan a percibir (e interpretar) el mundo desde innumerables perspectivas. Dicha proliferación de singularidades nos impide observar (mucho menos definir) la experiencia humana bajo un solo lente, por más abierto que esté. “El sol que canta el poema azteca es distinto al sol que canta el himno egipcio, aunque el astro sea el mismo”, dice el poeta para mostrar la paradoja intrínseca de la traducción: al suprimir las diferencias entre dos lenguas, las revela con mayor plenitud.
Queda claro: la complejidad que nos separa también nos une; la lengua nos limita y nos enriquece, nos encierra para mostrarnos la salida. Por eso nuestras vivencias, aun puestas en vocablos, no son descifrables mediante los anclajes de un diccionario. Detrás de las palabras no sólo hay significados, también hay individuos que las resignifican; nuevas palabras cuyos significados provienen del acontecer y no del acuerdo lingü.stico. La palabra “distancia”, por ejemplo, aquí significa “cercanía”; la palabra “foliaje”, tiene un sentido propio.