Por Vanessa Valbuena en A Voz Limpia Dos

Hoy es un día en que veo todo con una claridad ordinaria.
Una claridad inescrupulosa, sincera, adecuada.
Es feo lo que veo, crudo. El sentimiento y lo que soy.
El brazo desgarrándose desde adentro dejando ver el hueso descolgado.
Luego te lo acomodas y sigues. Luego lo aceptas y todo bien.
Se me había olvidado la bestia en que decidí convertirme.
Una bestia que baila y nada le entristece porque es ella la tristeza.
Con el tiempo dejas de percibir tu propia fragancia y se te olvida, se te olvida que el orgullo viene de adentro y es totalmente correcto y adecuado amarse por el olor, el sabor a cadáver que somos.
Me amo como la bestia que soy y en que me convertí.
No aprendí otra forma, esta me escogió y yo la abracé con anhelo.
Ella me ofrece calidez y fama.
No limpiemos lo sucio, ni arreglemos lo desorganizado,
aprendamos a vivir en esta miseria seguros de lo que somos y tenemos
lo feo y la nada.
Fin