Por Eyal Chipkiewicz en A Voz Limpia Seis
Acudo a tu llamado
acompañado de un batallón de dedos
que veloces recorren tu pregunta
portento sapiente que suaviza lo que explica.
En un rato el agua vuelve,
el horizonte se recompone
se hacen más allá los grandes barcos
que atraviesan el océano
llevando o trayendo
cosas que nunca vamos a ver
cosas de plásticos de colores
cosas sin tus olores ni tus melodías.
Aquí, en la noche calurosa,
las ganas y los dedos
se juntan
se premian.
Va el frío y va.
Si tocan a la ventana,
son pétalos buscando encuentros.
La luz trajina sus quehaceres
y ya no vuelve hasta mañana.
Mis pies tocan el horizonte
la ajustada silueta
que deduzco con una mano
mientras que la otra
mantiene larga esta historia.
Ambos los sabemos.
Apaga la luz,
ahí vienen los dedos.